viernes, 3 de mayo de 2013

Periodistas, poco que celebrar y mucho que contar

Si los editores y los publicistas se esfuerzan por mantener ciertos asuntos callados, no es porque se asustan del proceso sino porque se asustan de la opinión pública... ('1984' de George Orwell).


Puede que los periodistas, hoy, en el Día Mundial de la Libertad de Prensa, no tengamos mucho que celebrar, con una profesión que se ha visto reducida al mínimo, y en la que los despidos y la desilusión son hoy la moneda común, pero no hay que olvidar que seguimos siendo imprescindibles para que la sociedad se desarrolle de manera democrática, y que de la libertad de expresión, reconocida en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, deriva la libertad de información que representa, mejor que nadie, la labor periodística.

Lo cierto es es que, como relata  el colectivo de periodistas "SomAtents", el Periodismo está padeciendo una grave crisis profesional, industrial y de credibilidad. Ellos lo cuentan a través de gente anónima y de las opiniones de diferentes expertos:




Sobre este asunto editorializa hoy el digital CLM 24, que defiende un periodismo independiente y veraz, libre de presiones políticas, que luche contra la practica de las ruedas de prensa sin preguntas y garante de una información plural, más que necesaria para mantener una sociedad informada que pueda ejercer, con libertad y conocimiento, su derecho a decidir y a criticar.

Fragmento del escritor G. Orwell sobre la Libertad de Prensa.
Unos derechos que no todas la sociedades tienen garantizados, porque denunciar los abusos y la corrupción de políticos y poderosos es peligroso, como demuestra el que 336 reporteros y blogueros hayan sido encarcelados en 2013, según la contabilidad que lleva la ONG Reporteros sin Fronteras y que hoy recoge El País.

Y es que, como recoge El País, las denuncias sobre el trato a los periodistas en países totalitarios y la situación de precariedad en España no dejan de crecer. Un crecimiento comparable a la creciente dificultad que encuentras quienes ejercen todavía la profesión para acceder a información. Porque España es, hay que recordarlo, el único país de más de un millón de habitantes todavía sin una Ley de Transparencia.
Portada de la histórica revista El Papus sobre la Libertad de Prensa.

Una Ley que, cada día que pasa se antoja más imprescindible para un profesión que lucha cada día por informar con libertad a pesar de las trabas que se encuentra, y que Amnistía Internacional ha resumido en: agresiones físicas, amenaza de cárcel, hostigamiento, vigilancia, prohibición de acceso a Internet, leyes contra la difamación abusivas, retirada de visados y licencias, ataques que no se investiga, cierre de medios, fomento de campañas de difamación.



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